La comisión pontificia para los laicos en cooperación de los obispos coreanos preparan el Congreso laico católico en Asia del 31 de agosto al 5 de septiembre con el tema "Proclamando a Jesús en Asia hoy día". Participarán en dicho congreso 180 miembros y asociados de la Federación Asiatica de Conferencias episcopales y cerca de 200 laicos.
Se abrirán varios paneles de discusión con los siguientes temas:"imitación e instrucción de los laicos católicos; testimonio de los laicos en la vida de la Iglesia y las pequeñas comunidades; testimonio de los laicos en varios sectores de la sociedad (trabajo, educación, medios de comunicación, política); involucramiento del laico en la inculturización del evangelio y el diálogo entre fe y cultura; experiencias del laico en el diálogo ecumenico e inter religiones; testimonio de la caridad cristiana y servicio al pobre; questiones acerca de la libertad religiosa en la vida de los cristianos; el laico como contructor de justicia y paz"
Un editorial del "Catholic Times" apunto una importante questión que el Congreso debe de enfrentar y responder. ¿Estamos nosotros, como asiaticos, preparados para involucrarnos lo suficiente en nuestra situación para atenderla efectivamente? No solo debemos ser conscientes de la misión que se nos ha confiado desde el tiempo de los apostoles sino que debemos de prepararnos para resolver los problemas a los que nos enfrentamos hoy día.
Más de un 60% de la pobración mundial vive en Asia, el número de católicos es de apenas un 3%, una sexta parte de los de Africa. La mitad de la población vive en la pobreza y debe de encarar toda clase de problemas sociales: paternalismo, discriminación entre los exos, baja taza de natalidad, población que se avejenta, inmigración y problemas que vienen de vivir en una cultura diferente.
La editorial nos dice que hay algunos puntos brillantes en el panorama asiático. Mientras que el número de cristianos decrece en occidente y la fe se debilita, en Asia sucede lo contrario. Aquí el número de cristianos y vocaciones se incrementa. Aunque hay muchos conflictos, la sensibilidad que hay por lo espiritual hace de Asia un campo con un gran potencial.
Tenemos que tomar ventaja de ese potencial para ver más allá de nuestro país y llevar proposiciones concretas. El laicado debe estar preparado a reconsiderar su llamado y verse a si mismos como los grandes cooperadores en el Asia del futuro.
Artículo traducido de "Catholic American Eyes in Korea", blog de los Maryknoll en Corea
Se abrirán varios paneles de discusión con los siguientes temas:"imitación e instrucción de los laicos católicos; testimonio de los laicos en la vida de la Iglesia y las pequeñas comunidades; testimonio de los laicos en varios sectores de la sociedad (trabajo, educación, medios de comunicación, política); involucramiento del laico en la inculturización del evangelio y el diálogo entre fe y cultura; experiencias del laico en el diálogo ecumenico e inter religiones; testimonio de la caridad cristiana y servicio al pobre; questiones acerca de la libertad religiosa en la vida de los cristianos; el laico como contructor de justicia y paz"
Un editorial del "Catholic Times" apunto una importante questión que el Congreso debe de enfrentar y responder. ¿Estamos nosotros, como asiaticos, preparados para involucrarnos lo suficiente en nuestra situación para atenderla efectivamente? No solo debemos ser conscientes de la misión que se nos ha confiado desde el tiempo de los apostoles sino que debemos de prepararnos para resolver los problemas a los que nos enfrentamos hoy día.
Más de un 60% de la pobración mundial vive en Asia, el número de católicos es de apenas un 3%, una sexta parte de los de Africa. La mitad de la población vive en la pobreza y debe de encarar toda clase de problemas sociales: paternalismo, discriminación entre los exos, baja taza de natalidad, población que se avejenta, inmigración y problemas que vienen de vivir en una cultura diferente.
La editorial nos dice que hay algunos puntos brillantes en el panorama asiático. Mientras que el número de cristianos decrece en occidente y la fe se debilita, en Asia sucede lo contrario. Aquí el número de cristianos y vocaciones se incrementa. Aunque hay muchos conflictos, la sensibilidad que hay por lo espiritual hace de Asia un campo con un gran potencial.
Tenemos que tomar ventaja de ese potencial para ver más allá de nuestro país y llevar proposiciones concretas. El laicado debe estar preparado a reconsiderar su llamado y verse a si mismos como los grandes cooperadores en el Asia del futuro.
Artículo traducido de "Catholic American Eyes in Korea", blog de los Maryknoll en Corea