Si vemos con detenimiento lo que ha sido nuestra vida, sin duda nos daremos cuenta que durante todo un año (2013) por parte de Dios hemos recibido abundantes bendiciones. En muchos casos también gracias a nuestro esfuerzo, pero la mayor parte de lo recibido entenderemos que lo hemos recibido como muestras de Su amor. Gracias Señor por tu cariño! Al encontrarnos en el inicio de un año nuevo, sin duda tenemos la confianza de que también nos seguirá bendiciendo y dando si no todo lo que le pedimos, sí lo que El sabe que nos hace falta.
Generalmente en los saludos de Año Nuevo escuchamos o decimos “... año nuevo, vida nueva...!” Aunque pudiera ser que en ocasiones esto queda solamente como expresión, creo que siempre que tengamos presente la actitud de una continua renovación, toda nuestra vida y nuestro alrededor constantemente lo estaremos transformando.
El mundo, la sociedad y la misma Iglesia con gran fuerza y alta velocidad, a los misioneros nos siguen empujando o arrojando a nuevos y grandes retos. Ante ello no tenemos opción, sencillamente ya tenemos que responder a lo que se presenta, no podemos permanecer indiferentes. Y aunque la Misión se encuentra en etapa de cambio y transición, sin temores ante lo nuevo, con la ayuda de Dios ésta debe seguir buscando la manera de responder a los actuales retos misioneros. Para ello, es necesario que sigamos viendo hacia el frente, llenos de esperanza y confianza en Dios, ver el futuro.
El Papa Francisco con sus muestras de entrega y servicio a la Iglesia, nos está interpelando constantemente e impulsando para vivir mejor nuestro compromiso misionero. Por otra parte, con la preparación a la celebración de nuestro X Capítulo General de Misioneros de Guadalupe, siendo iluminados con la Luz del Espiritu Santo y con el apoyo del Magisterio de la Iglesia, sin duda también tendremos la ocasión para encontrar las maneras de responder de una manera creativa a los retos misioneros que a cada día se nos presentan.
Al ver hacia adelante, es muy necesario que permanezcamos abiertos a los signos de los tiempos, a no tener miedo a los retos, a los cambios, y más aún a las exigencias que nos presenta la sociedad y la misma Iglesia.
En la Misión de Corea seguimos trabajando en nuestros ámbitos prioritarios, es decir, con la juventud estudiantil (Universidades) y con los enfermos (hospitales y la colaboración con la Fundación Eugene Bell en su asistencia humanitaria a Corea del Norte) sin descuidar la pastoral parroquial que aún tenemos encomendada. Es necesario que en estos mismos ámbitos sigamos buscando a los no cristianos, sea con nuestro contacto directo o a través de los mismos fieles, llámese voluntarios, catequistas, evangelizadores, etc.
Como MG sigamos buscando las actitudes de la Virgen de Guadalupe ante las personas que ella trata; actitudes de Maria en la promoción y formación de agentes de evangelización; actitudes de Maria de Guadalupe en el uso de los recursos materiales para su misión, entre ellos la cultura y la lengua.
Realizando lo que cada uno tiene encomendado y ante los logros que obtengamos tanto personales, comunitarios y para la misión y la Iglesia, con sencillez demos gracias a Dios, y con actitud de siervos y enviados de Dios digamos: “Somos simples servidores, y no hemos hecho más que cumplir con nuestro deber.”.
Misioneros de Guadalupe Corea les desea a todos ustedes un feliz año 2014.
P. C. de Jesús López Sánchez, MG
