Experiencia de un joven misionero en Corea

Mi caminar misionero por Chayang Dong

Agradecido por la oportunidad que se me concede de poder compartir parte de mi ser y quehacer misionero, quiero enviar un saludo a quienes mediante la lectura de este espacio nos acompañan en el caminar misionero.

A modo de contextualización comienzo por decirles que, como neo-sacerdote, a Corea regresé el 16 de noviembre de 2008 y, después de haber tenido un mes y medio de “entrenamiento pastoral”, el 4 de enero de 2009 fui presentado como vicario de la parroquia de Chayang Dong, en Seúl.

A partir de la experiencia de inserción, de poco más de un año, y basado en datos estadísticos registrados en los archivos parroquiales, con aire de satisfacción puedo decir que Chayang Dong es una comunidad viva, dinámica y en continuo crecimiento en el numero de bautizados; sin embargo, y aunque parezca paradójico, también debo reconocer como un gran problema el hecho de que un considerable número de fieles vive en el anonimato y la auto marginación en la vivencia de fe comunitaria, reflejado en una considerable disminución de la práctica sacramental, en la poca asistencia al catecismo y en el cada vez más deteriorado entusiasmo misionero.

Ante tan compleja situación y asumiendo mi responsabilidad en la solución del problema, enfocado en el área que se me ha encomendado, he decidido transitar de las formas y métodos desvirtuados a la búsqueda e implementación de diversas y nuevas alternativas de evangelización que respondan a las necesidades, el cuidado y el crecimiento de la vida de fe de nuestros niños, adolescentes y jóvenes.

Con ánimo alegre y con energía jovial, siempre confiado en Aquél que me llamó y envió a ser su testigo, he apostado por lo que creo y, con modesta satisfacción, ya puedo mencionar algunos de los logros:

Con la ayuda de Caritas Seoul y el servicio voluntario de un grupo de profesores, hemos implementado los salones de estudio (공부방) con la finalidad de apoyar a nuestros niños, especialmente a los de escasos recursos económicos o con problemas intrafamiliares, en asignaturas como matemáticas, caracteres chinos, historia e inglés.

Tratando de hacer más atractiva la formación cristiana para los adolescentes, y apoyados en la experiencia y gran disponibilidad de dos religiosas del Buen Pastor, hemos implementado talleres y conferencias enfocadas al desarrollo integral de los adolescentes.

Actualmente la pastoral juvenil de nuestra parroquia destaca a nivel decanato por el continuo crecimiento en el número de integrantes en el Coro y la Liturgia juvenil. Además de esto, a partir del verano del año pasado, con éxito iniciamos el grupo juvenil de reflexión bíblica y, a partir de este año, estamos iniciando la formación en la fe mediante la implementación de conferencias especiales destinadas a todos los jóvenes.

Sé que hay mucho por hacer y que los retos seguirán siendo pruebas a superar; sin embargo, confiado en Dios, guiado por mi párroco, apoyado en mi equipo de trabajo y motivado por mi colega el P. Jaime Palma, seré capaz de seguir trabajando por la extensión del Reino de Dios.