Ceremonia de inicio de la construcción
En corea, el crecimiento de la Iglesia Católica se ha dado principalmente en las ciudades. Debido a la migración de los jóvenes a los grandes centros urbanos, las parroquias más desarrolladas están en los centros urbanos. Sin embargo en los centro agrícolas aún hay pequeñas capellanías y parroquias que a pesar de las dificultades siguen su vida de fe.
Una de ellas es la parroquia de Sangsa, cerca de la ciudad de Sun chon. A esta ciudad llegaron los MG hace muchos años y aunque por algún tiempo fue capellanía de una de nuestras parroquias, esta comunidad tiene su historia propia.
Hacia principio del siglo XX los misioneros que en ese entonces eran franceses e irlandeses llegaron por estas tierras y establecieron una pequeña capellanía, pero debido a que la población era pequeña y que los jóvenes emigraban a las ciudades nunca llegó a crecer como muchas otras parroquias de la ciudad. Es hasta el año 2009 cuando por fin fue hecha parroquia, el P Griseldo Arroyo, MG, fue el primer párroco y aunque ya se contaba con una pequeña Iglesia en forma, faltaba un lugar donde los fieles se pudieran reunir.
El terreno era pequeño por lo que lo primero fue conseguir un poco más de tierra, no había mucho para donde crecer ya que hace límite con la escuela del pueblo, pero se compro lo que se pudo y se construyó una “vinil House” (como llaman a los invernaderos donde se cultivan verduras durante el invierno por estas tierras), para utilizarla improvisadamente como salones de reunión y de catecismo. Es lógico suponer que este tipo de construcciones, debido al material utilizado son fríos en invierno y extremadamente calientes en el verano de ahí que se vio la imperiosa necesidad de construir un nuevo lugar más permanente con un material más apropiado.
Después de mucho rezar, recaudar fondos y de muchos trámites y permisos (primero con las normas de la diócesis y con el gobierno del lugar) se llegó por fin el día de empezar la construcción de los salones parroquiales y de hacer de nuevo el curato, esto último debido a la necesidad de espacio, ya que el terreno no es muy grande por lo que hay que construir para arriba.
El pasado 13 de Julio se inició este proyecto, que si bien no es muy grande, para una comunidad de menos de 100 fieles, no es algo que se pueda realizar muy fácilmente, ya que la mayoría es gente mayor, que aunque con mejores recursos que antaño, una construcción nunca resulta ser ni barata ni sencilla de realizar.
Confiamos en Dios y en su ayuda que todo salga de la mejor manera posible y que pronto podamos tener el espacio que tanto necesitamos. Contamos con la ayuda y la oración de los bienhechores y de toda la gente que desde lejos está con nosotros en esta misión de llevar el evangelio a todas las naciones y en especial en esta misión de Corea del Sur, donde MG ha trabajado durante más de 50 años.
P. Benjamín Marín, MG
Párroco de SangSa
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