Como misioneros tenemos el trabajo de difundir el evangelio, esa es nuestra principal labor, aunque el la historia de la Iglesia se ha confundido algunas veces con el imponer la propia cultura, pensando que por ser misioneros tenemos una cultura superior o mejor que la del lugar a donde llegamos.
Como mexicanos y misioneros de Guadalupe, teníamos el peligro de querer traer una fe que no es propia del pueblo de Corea y aunque en los 54 años de trabajo misionero nunca quisimos imponer nada, en el pasado se consagró una iglesia en el Sur del país a la adveración de Guadalupe y hace un mes el obispo la consagro como la iglesia representativa del trabajo misionero de los MG en Corea y tal vez algún día llegue a ser santuario.
Por otro lado, en una cultura de la muerte, con suicidios, eutanasia y desprecio en general por la vida, la Iglesia católica en Corea ha tomado como bandera por una cultura de la vida, la imagen de la Virgen de Guadalupe. Es ella la que trae al verdadero Dios por quien se vive, que viene a traer un mensaje de vida a un pueblo que viendo su cultura y su religión ser destruida, ya no tiene motivo para seguir adelante y es ella la forjadura de un nuevo país.
De este modo mucha gente que nos conoce y que tiene interés en la la tilma de Juan Diego nos preguntaba por que teníamos una imagen de la virgen en el patio de la casa y no era Guadalupe. Nosotros quisimos explicar que no es nuestra tarea el traer elementos de la religiosidad de México y que la Virgen María es una sola. Sin embargo para muchos tenía sentido que siendo mexicanos tuviéramos una imagen que fuera representativa del instituto en la casa de Seúl.
Además se consiguió una bienhechora que pagó el costo de la imagen, que se hizo en México y el padre Gerardo Cabral puso mucho empeño para que la obra se llevara a cabo.
Algunos contratiempos retardaron la obra y el traerla a México no fue tampoco sencillo, con la ayuda del embajador y por medio de una compañía de transportes llegó sana y salva la imagen. Queríamos que la bendición fue una celebración sencilla pero significativa, pero debido a que era diciembre el día podía ser muy frío, en efecto un día antes bajó a menos 7, pero el día de la bendición el clima fue frío pero mejor.
La bendición la presidió el obispo Chong Pedro, obispo auxiliar de Seúl, en ausencia del Cardenal que no pudo asistir por sus múltiples ocupaciones y entre los asistentes, estuvieron la mayoría de los padres MG en Corea y muchos de los bienhechores, así como miembros de la embajada y algunos mexicanos y latinoamericanos.
Quiera Dios seguir bendiciendo a este pueblo que ha aceptado la imagen de Guadalupe como bandera de una cultura de la vida y quiera Dios derramar muchos dones a través de su madre, en la advocación de Santa Maria de Guadalupe.
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