Misa de despedida del Arzobispo Andrés Chue

El pasado martes 14 de abril, el Sr. Arzobispo, Don Andrés Chue (최창무) presidió su Misa de despedida en la catedral de ImDong con la presencia del Nuncio Apostólico, varios Obispos, el cuerpo presbiteral y varios fieles representantes de la Arquidiócesis.

La ceremonia se llevó a cabo en tres partes, la celebración Eucarística, una ceremonia de despedida y un pequeño brindis. Durante las mismas el Sr. Arzobispo agradeció a los sacerdotes y a los fieles su trabajo y cooperación a lo largo de 10 años que duró al frente de esta Iglesia Local y pidió perdón por las fallas que hubiera cometido a lo largo de ese tiempo. Por su parte el Nuncio Apostólico, el presidente del Episcopado Coreano y varios representantes más agradecieron al Sr. Arzobispo su amor y dedicación pastoral.

Durante los 10 años al frente de la Arquidiócesis fueron ordenados 78 nuevos sacerdotes, el número de fieles aumentó en 50,000, se erigieron 23 nuevas parroquias y se enviaron 6 sacerdotes a colaborar en la evangelización en el extranjero, Francia y Chile. Puso además especial empeño en la ayuda a los más pobres y necesitados organizando mejor la asistencia social, se propuso además aumentar el número de estaciones misioneras para atender mejor a los campesinos y pescadores por lo que éstas aumentaron al ritmo de tres o cuatro al año. Otro de sus logros fue el establecimiento de centros de pastoral para la atención de inmigrantes; en la actualidad existen tres centros para atención de extranjeros en las ciudades de Mokpo, KwangJu y Suncheon.

El Sr. Arzobispo Andrés Chue fue ordenado en 1963, en 1969 fue enviado a Friburgo a continuar sus estudios en donde obtuvo el grado de Doctor en Teología, posteriormente regresó a Corea a trabajar como maestro y rector en el seminario de Seúl, en 1994 fue nombrado obispo auxiliar en esa Arquidiócesis en donde colaboró hasta que remplazó al Sr. Victorino Yeun (윤공희) como Arzobispo en KwangJu en noviembre del año 2000. Su renuncia fue aceptada el pasado 25 de marzo por SS. Benedicto VXI.