과달루페 외방선교회 한국 지부

domingo, 2 de mayo de 2010

Primeros votos temporales de las Hnas Lety y Guille

Hnas. Guille (izq) y Lety (der) con su maestra de novicias

La capilla se vistió de gala para la ocasión, todos los asistentes se prepararon especialmente para dar la bienvenida oficial a la comunidad a dos nuevas religiosas que habían llegado hacía dos años llenas de juventud, alegría e ilusiones a un país y una cultura desconocidas a continuar su preparación para la vida religiosa. Ahora, después de dos años de noviciado y después de superar las dificultades propias del idioma, separación de su familia, cultura, etc. por fin, el pasado primero de mayo hicieron sus primeros votos temporales en la capilla de la Casa Madre de la Congregación de la Anunciación (성모영보수녀회) en Kwachon, Corea del Sur.

Las hermanas Leticia y Guillermina se han distinguido por su alegría y sencillez, por lo que han recibido mucho cariño y atenciones de parte de las religiosas que ahora las aceptan como miembros de su comunidad, ellas son las primeras religiosas mexicanas en la Congregación de la Anunciación que se encuentran trabajando en México desde hace 19 años.

La Congregación de la Anunciación fue fundada en Corea hace 50 años por el P. Laurencio Seon Chongoang con el objeto de vivir el evangelio, dar testimonio y difundirlo en medio de la vida ordinaria... su Carisma es precisamente la "ordinariedad"... su Motto "La Palabra en medio de nosotras (말씀이 우리와 함께). "Nuestra Congregación pone su base en la Palabra de Dios y pretende esparcir su fragancia a la manera de la Familia de Nazaret..." afirma uno de los documentos que explica el objetivo de la Congregación. Su apostolado es básicamente el servicio a la gente humilde.

Desde diciembre de 1991 están presentes en México, primero en la Ciudad de México, en 2006, cambiaron su residencia a un barrio pobre cerca de la población de Oaxtepec en donde tienen un pequeño orfanatorio y clínica de medicina oriental con la ayuda de una pareja de doctores chinos y un doctor mexicano a donde acude principalmente gente de escasos recursos a recibir atención médica.

No nos queda más que felicitar a estas dos jóvenes religiosas mexicanas por este paso tan importante que han dado en sus vidas y pedirle al Señor que siga sucitando vocaciones religiosas y misioneras que den testimonio de su Palabra con sencillez y alegría.



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